Cuando el momento de retirarse se acerca, comprender los tipos de pensiones disponibles se vuelve crucial. Ten la seguridad de saber cuáles son las opciones de pensión a tu alcance para elegir la que mejor se adapte a tu situación. ¡Sigue leyendo para tener claro este conocimiento vital sobre tu futuro financiero!
Conoce los tipos de pensiones a los que puedes acceder
Existen varios tipos de pensiones diseñadas para respaldar a los trabajadores al finalizar su vida laboral. Estas se dividen principalmente en dos categorías: contributivas y no contributivas. Respecto a las contributivas, estas se financian a partir de las contribuciones que el trabajador realiza a lo largo de su carrera laboral. Los tipos más comunes incluyen:
Cesantía en edad avanzada
Destinadas a quienes alcanzan la edad requerida para jubilarse —al menos 60 años de edad— pero que no cumplen con los requisitos para una pensión por vejez. Este tipo de pensión es un soporte económico para los trabajadores que se encuentran en una situación de cese laboral. Es decir, por despido, retiro voluntario o finalización de la relación laboral.
Para acceder a esta pensión, es necesario cumplir con ciertos requisitos como:
- Haber cotizado un mínimo de semanas.
- Tener entre 60 y 65 años de edad.
- Demostrar la finalización de la relación laboral de manera involuntaria.
- Presentar la documentación correspondiente ante las autoridades pertinentes.
Vejez
Esta pensión está destinada a los trabajadores que han cumplido con los requisitos de cotización y edad establecidos —65 años o más— por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Es importante mencionar que la pensión por vejez varía en función de las cotizaciones realizadas durante la vida laboral del trabajador.
Quienes han contribuido con mayores montos a lo largo de los años, generalmente recibirán una pensión más sustancial en comparación con aquellos que han cotizado menos.
Invalidez
Ofrecen un respaldo financiero a quienes, debido a una enfermedad o accidente, se encuentran en una situación de invalidez que les impide trabajar. Se otorga a personas que han perdido la capacidad para trabajar de manera permanente o parcial.
Esta prestación se basa en una evaluación médica exhaustiva realizada por el IMSS. En ella se determina el nivel de incapacidad y se establece si la persona califica para recibir esta ayuda. Por tal motivo, puede variar en su cuantía y duración dependiendo del grado de la incapacidad diagnosticada y la situación laboral del trabajador.
Respecto a las pensiones no contributivas, estas se otorgan en función de necesidades específicas y ciertos criterios socioeconómicos, además de que no dependen de las contribuciones del individuo. Estas ayudas son:
- Pensión para el bienestar de las personas adultas mayores: apoyo económico dirigido a personas mayores de 65 años de edad. Su propósito es contrarrestar la posible situación de vulnerabilidad financiera o pobreza del beneficiario. Se otorga mensual o bimestralmente.
Pensión para el bienestar de las personas con discapacidad: este programa está enfocado en apoyar a personas que padecen algún tipo de discapacidad y que no cuentan con otro tipo de pensión o apoyo económico por parte de instituciones de seguridad social, estando en situación de pobreza o vulnerabilidad económica. Con base en las condiciones y políticas del programa gubernamental determinado, el beneficiario obtiene ingresos de forma mensual o recurrente.
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